Windows 10 o Windows 11: tres claves que te ayudarán a elegir

Si dudas a la hora de elegir entre Windows 10 o Windows 11 tranquilo, no eres el único. El lanzamiento de Windows 11 vino acompañado de un aumento de los requisitos muy grande e importante, tanto que dejó a muchos usuarios sin poder actualizar a dicho sistema operativo porque no cumplían los requisitos mínimos.

Otros prefirieron no actualizar porque, a pesar de que cumplían con dichos requisitos, apenas llegaban al nivel mínimo, y por tanto tenían miedo de que la experiencia final no fuese todo lo bueno que debería. Esto tiene mucho sentido porque, al final, es mejor quedarse en un sistema operativo más antiguo que funcione bien que actualizar a uno más actual que nuestro equipo no pueda mover con fluidez.

Sé que muchos todavía tenéis dudas sobre si deberíais actualizar a Windows 11 o si sería mejor quedaros en Windows 10, y por eso he querido hacer esta sencilla guía, donde os voya dar tres claves que os serán muy útiles para tomar esa decisión sin equivocaros. Si tenéis alguna duda después de leer el artículo podéis dejarla en los comentarios.

1.-Si no superas los requisitos de Windows 11 quédate en Windows 10

Windows 11

Esta es una de las cuestiones más importantes, y debes darle prioridad total porque de esto dependerá la experiencia que vas a disfrutar al pasar de Windows 10 a Windows 11. Ten cuenta que el segundo tiene unos requisitos más elevados, y que si lo instalas a pesar de no cumplir esos requisitos podrías acabar teniendo problemas a corto o largo plazo, e incluso quedarte sin actualizaciones.

Windows 10 es un sistema operativo más ligero que funciona mejor con un hardware mucho más modesto, y debería ser tu elección si utilizas un PC o un portátil equipado con:

  • Procesador Kaby Lake o inferior (no cuentan con soporte oficial en Windows 11).
  • Procesador compatible pero con un bajo IPC o menos de cuatro núcleos, como las series Celeron y Pentium de bajo consumo y bajo rendimiento.
  • Menos de 8 GB de memoria RAM.

Windows 11 da problemas importantes de rendimiento con menos de 8 GB de RAM, y una CPU que no llegue al nivel mínimo de cuatro núcleos y un buen IPC también lastrará mucho la experiencia de uso. En estos casos sería mejor que continuases con Windows 10.

2.-La interfaz de usuario ha cambiado, y deberás adaptarte a ello

Windows 11

Windows 11 trae cambios importantes tanto a nivel de diseño como de interfaz, y estos no han gustado a todo el mundo. Mi experiencia personal con este sistema operativo no ha sido buena en este sentido, quizá porque estoy muy acostumbrado a Windows 10, pero la verdad es que en el fondo es innegable que Microsoft ha introducido cambios poco acertados.

Podría poneros muchos ejemplos, pero uno de los más claros, y de los que más me chirría, es el menú de inicio, que ha perdido muchos puntos frente al de Windows 10. También se han introducido cambios en otros aspectos que no han sido para nada acertados, y la barra de tareas es uno de los más comentados y de los que más polémica ha generado.

Por otro lado, Microsoft también ha complicado de forma innecesaria la realización de ciertas acciones básicas con los cambios que ha introducido en el menú que aparece al hacer clic derecho, y esto ha hecho que una cosa tan sencilla y simple como crear una carpeta o cambiar el nombre de un archivo ahora pueda convertirse en un quebradero de cabeza, sobre todo para usuarios menos avanzados.

3.-Windows 11 está menos maduro que Windows 10

Esto también es muy importante, porque plantea problemas en términos de estabilidad y de fiabilidad. Windows 10 ha madurado mucho con el paso de los años, y aún así sigue sin ser perfecto en términos de soporte y actualizaciones, porque todavía recibe parches con defectos y fallos no resueltos, lo que hace que al final corramos el riesgo de tener problemas más o menos graves.

Con Windows 11 tenemos un grado de madurez inferior, una realidad de la que queda constancia con cada nueva actualización, ya que estas suelen venir con problemas importantes que hacen que a más de un usuario le acaben «temblando las piernas» cuando le toca actualizar Windows 11.

Teniendo en cuenta lo importante que es la estabilidad de un PC o portátil de trabajo para cualquier profesional, y todos los problemas que pueden derivar de un fallo grave del sistema operativo, creo que debemos tener también muy en cuenta este punto y darle la importancia que merece.

Para que no haya ninguna duda, no estoy diciendo que si instalas Windows 11 en un PC compatible y con un buen hardware vayas a tener problemas al instante, pero sí que corres un mayor riesgo de sufrirlos por futuros parches y actualizaciones.

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