Tres cosas que no harán que Windows 10 funcione más rápido
Todos queremos que Windows 10 funcione más rápido. La mejor manera de conseguirlo es manteniendo el PC en buen estado, y utilizar un hardware aceptable, ya que si instalamos dicho sistema operativo en un equipo obsoleto, no podremos esperar ningún milagro, ni siquiera aunque intentemos optimizar la unidad de almacenamiento, liberar memoria RAM o aligerar la interfaz del sistema operativo. Hay límites que son un techo insalvable, y debemos tenerlo siempre en cuenta.
Sin embargo, en ciertos casos sí es posible hacer que Windows 10 funcione más rápido recurriendo a este tipo de optimizaciones. Por ejemplo, cuando nuestro PC supera los requisitos mínimos, pero no llegamos a un nivel que podamos considerar como «recomendado. Así, un PC equipado con un procesador Intel Celeron serie N4000, 2 GB de RAM y una unidad de almacenamiento HDD de 500 GB sería uno de los mejores ejemplos que podríamos poner.
Entonces, ¿es posible mejorar el rendimiento de Windows 10? Dentro de unos límites razonables, sí, pero debemos tener en cuenta que hay algunos mitos circulando por ahí que no solo no harán que Windows 10 funcione más rápido, sino que además pueden acabar teniendo el efecto contrario. En este artículo quiero compartir con vosotros, de forma clara y simple, tres de esos mitos que tienen una gran popularidad, y que debemos evitar por completo.
- Reinstalar Windows 10 hará que el sistema funcione más rápido: esto no es cierto, al menos no con el enfoque que lo «venden». Con el paso del tiempo, y el uso del sistema, Windows 10 puede empezar a funcionar más lento de lo habitual, sobre todo si lo cargamos de aplicaciones y no lo cuidamos adecuadamente. Reinstalarlo hará que el sistema recupere esa velocidad que ha perdido, pero no funcionará más rápido, funcionará igual de rápido que al principio.
- Liberar toda la memoria RAM es buena idea: para nada, el sistema, y las aplicaciones, necesitan consumir memoria RAM para funcionar. Si tenemos mucha RAM libre, el procesador tendrá que realizar operaciones para guardar instrucciones y datos en la memoria RAM, y si volvemos a liberarla, tendrá que volver a realizar esas operaciones, haciendo con ello un trabajo redundante. Solo es bueno liberar la memoria ocupada por aplicaciones o programas que no vamos a utilizar.
- Con el inicio rápido todo funcionará mejor: es una verdad a medias, ya que de hecho puede ocurrir todo lo contrario, como os contamos en su momento en este artículo. Puede que el sistema acabe arrancando, y apagándose, mucho más lento de lo que debería, y en estos casos será recomendable desactivarlo.
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