Procrastinar puede salirle caro a las empresas

Posponer deliberadamente tareas importantes pendientes, a pesar de tener la oportunidad de llevarlas a cabo”. Esta es la definición de la palabra “procrastinar”, una forma de actuar muy habitual en multitud de empresas cuando se trata de la digitalización. Sin embargo, ahora ha llegado el momento de pasar a la acción. Gracias a las ayudas europeas, las pymes, microempresas y autónomos españoles tienen una oportunidad única para adaptarse y avanzar de forma inminente hacia un entorno digitalizado. Actuar ahora no sólo facilita el proceso en cuanto a la inversión, sino que también prepara a las empresas para futuras exigencias regulatorias.

Menos burocracia y más Inteligencia Artificial

Es cierto que el proceso implica ciertos desafíos. Un informe reciente de la consultora KPMG, en colaboración con la CEOE, revela que la excesiva carga burocrática es el principal obstáculo para que las empresas accedan a los fondos europeos. Afortunadamente, ya se están tomando las medidas adecuadas para paliar este problema. Los ministerios de Economía y de Transformación Digital trabajan en un modelo de Inteligencia Artificial (IA) para reducir esta carga y facilitar el acceso a las ayudas del programa Next Generation EU, del cual España recibirá 163.000 millones de euros. Este esfuerzo pretende garantizar que más empresas puedan beneficiarse de las subvenciones y, así, digitalizar sus procesos.

Asimismo, dicho proyecto se extiende también a otros ministerios, que están recopilando propuestas para aplicar la IA en sus respectivos ámbitos. Entre las iniciativas destacadas, se encuentra una para micropymes y autónomos, que promete un significativo aumento de la productividad mediante el uso de tecnologías avanzadas. Estas aplicaciones serán cruciales en el futuro, con soluciones de IA generativa que, por ejemplo, podrían automatizar la elaboración de presupuestos y la presentación de ofertas competitivas con el objetivo de facilitar la participación en licitaciones públicas y el acceso a subvenciones.

Paralelamente, el Gobierno ha actualizado las ayudas para la digitalización de pequeñas empresas, microempresas y autónomos en España a través del Kit Digital, como parte de la Agenda España Digital 2025 y el Plan de Digitalización PYMEs 2021-2025, financiado por la Unión Europea. El programa ha extendido su plazo para solicitar ayudas hasta el 31 de diciembre de 2024, ofreciendo bonos de hasta 25.000 euros para medianas empresas y hasta 3.000 euros para las más pequeñas, además de contemplar nuevas categorías para equipos informáticos y soluciones de Inteligencia Artificial.

Hasta la fecha, el programa Kit Digital ha concedido más de 388.000 ayudas en todas las convocatorias abiertas y en todo el territorio nacional. Esto supone que más 1.600 millones de euros del Plan de Recuperación han llegado a las pequeñas empresas, microempresas y autónomos del país para implantar soluciones básicas de digitalización.

El caso de la factura electrónica

Las ayudas del Kit Digital permiten a las empresas acceder a tecnologías que de otro modo serían más difícilmente alcanzables para muchas pymes, debido a unos costes iniciales algo elevados. Las soluciones subvencionadas abarcan una amplia gama de necesidades, donde, entre otros, está la implantación de la factura electrónica.

Precisamente, este punto ejemplifica perfectamente por qué no conviene dejar las cosas para el último momento. Las compañías que facturen menos de 6 millones de euros deberán remitir a Hacienda de manera instantánea sus facturas a partir del 1 julio de 2025. Digitalizar la facturación electrónica antes de que sea obligatoria permitirá a las empresas adaptarse gradualmente, y estar mejor preparadas para cumplir con las futuras regulaciones. Las soluciones de digitalización no sólo mejoran la eficiencia operativa, sino que también fortalecen la competitividad.

Y en este proceso, los agentes digitalizadores desempeñan un papel fundamental, facilitando la adopción de soluciones digitales y asegurando que la transición sea fluida y efectiva. Las empresas que se adapten rápidamente estarán mejor posicionadas para aprovechar las oportunidades emergentes y contarán con una ventaja frente a otras empresas de la competencia.

La digitalización es una necesidad imperativa para competir en el mercado global. Y la preparación para futuras obligaciones regulatorias garantizará que las empresas cumplan con la normativa de manera eficiente y sin contratiempos. Este enfoque proactivo permitirá a las organizaciones centrarse en su crecimiento y desarrollo, en lugar de estar siempre intentando mantenerse al día de las regulaciones. La procrastinación no es una opción para ninguna empresa cuando se trata de asegurar el futuro de su negocio. ¿A qué estás esperando?

Fermín Lozano, Director de la Unidad de Negocio para autónomos, pymes y asesorías de Cegid en España.

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