Redcast Heritage y UPS se asocian para impulsar el ‘slow fashion’

Redcast Heritage ha redefinido el concepto de slow fashion gracias a su alianza con UPS. Fundada en 2018 por Isabel y Eduardo, la empresa nació de la necesidad de ofrecer en España un denim de alta calidad, en este caso de origen nipón. A pesar de los desafíos iniciales de la logística internacional, la colaboración con UPS permitió a Redcast Heritage expandirse a más de 70 países, duplicando su negocio en Estados Unidos.

La empresa comenzó vendiendo cinco marcas japonesas y, a pesar de los desafíos culturales, logró establecer relaciones sólidas con sus proveedores. Hoy en día cuentan con 40 marcas en su catálogo, 33 de ellas japonesas, cinco americanas y dos europeas. Todas estas marcas comparten el compromiso de buscar la perfección a través de técnicas tradicionales y maquinaria antigua, rechazando el fast fashion y promoviendo la sostenibilidad con tintes naturales, así como mejorando el impacto social del sector textil.

La colaboración con UPS ha sido crucial para superar los desafíos de la exportación, mejorando la eficiencia en la entrega y manteniendo a la empresa competitiva en el mercado global. En los nuevos negocios que ya han hecho su transición digital hacia la venta online, es importante contar con un socio logístico fuerte y que aporte su experiencia en las aduanas y sepa moverse a nivel internacional, permitiendo llevar esta moda a todo el globo.

Slow fashion versus fast fashion

En un mundo donde la inmediatez y los cambios constantes en la moda son el día a día, algunos del sector textil han echado el freno para reinventar la fabricación de prendas con la slow fashion, que poco a poco se impone frente a la problemática fast fashion. Esta asociación permitirá llevar a más puntos y de forma más eficiente una moda que aporta:

• Materiales ecológicos y de calidad: esto no solo mejora la durabilidad de las prendas (mayor ahorro a largo plazo para el consumidor), sino que también reduce su impacto ambiental, con menor desperdicio, y con tejidos menos agresivos con la piel en comparación con los tejidos sintéticos y tintes químicos.
• Reducción del uso de agua: la industria de la moda es una de las más contaminantes y que más cantidad de agua consume, aunque pocos lo saben. Con esta vuelta haca atrás se puede reducir este impacto, dando una alternativa más responsable a los consumidores.
• Diseños más exclusivos: dado que las prendas de slow fashion no se producen en masa, suelen ser más exclusivas y únicas.
• Respeto por los derechos laborales: mientras muchas marcas de moda explotan o usan mano de obra barata en países como China, Vietnam, India, Camboya, Qatar, Uzbekistán, etc., la slow fashion promete garantizar salarios justos y buenas condiciones de trabajo.

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