Iteralix, la startup que «se atreve» a cambiar el luto de los españoles
En mi pueblo, cuando se cumple el aniversario de alguna muerte, vamos a misa para que el cura nombre al difunto y todos los asistentes recen una oración por su alma. Esa ha sido siempre la manera oficial de recordarlos, una tradición católica que, en mayor o menor medida, tiene lugar en todos los rincones de España.
Hoy, día de Todos los Santos, uno de los festivos con más desplazamientos del país, millones de españoles visitamos los cementerios, limpiamos los nichos, ponemos flores frescas y recordamos , frente a un frío nicho, a nuestros seres queridos.
La tradición española en torno a la muerte ha variado poco o nada a lo largo de los siglos. Se han producido pequeños cambios (o grandes, teniendo en cuenta su calado en nuestra cultura), como incinerar en lugar de enterrar o velar el cuerpo en el tanatorio en lugar de en casa. Pero, aunque parezca frívolo hay que decirlo: la muerte también es un negocio y como tal, tarde o temprano, iba a reinventarse. La preguntar era quién sería capaz de abrir ese melón.
Mi abuelo materno murió hace muchos años, de él recuerdo poco, sé que le gustaba fumar y el vino, no había muchos más hobbies para jubilados en la España de los 80. En el aniversario de su muerte me pregunto, ¿qué diría mi familia si, en lugar de ir al cementerio, le recordáramos en una bodega, entre viñedos, con una copa en la mano? No es algo que se me haya ocurrido a mí, sino una de las propuestas que ofrece una startup de Barcelona, Iteralix, que llega para revolucionar este sector, manteniendo el respeto al dolor que rodea a cualquier fallecimiento.
Hablar de revolución, cambios, e incluso, digitalización, en el sector de las pompas fúnebres no es lo mismo que hacerlo sobre otras industrias donde no hay sentimientos ni emociones a flor de piel. Pero es un tema que había que abordar. Así como han aparecido nuevos servicios en todos los sectores, el de la muerte se ha mantenido intocable e inalcanzable, como un tabú que es mejor dejar como está. «El sector pide una innovación a gritos», nos cuenta Isaac Lorigados, CEO de la startup y psicólogo de formación. El truco no es pensar en él como un negocio, sino como una manera de ayudar a la gente a superar el trance de perder a un ser querido o, al menos, a hacerlo menos doloroso.
La pérdida de un amigo
Hace unos años, Isaac perdió a uno de sus amigos, convirtiéndose esa, en una de las peores experiencias que había vivido. La ceremonia fue como suelen ser todas: una misa, unas palabras del cura «quién apenas le conocía» y paseo hasta el cementerio. A sus amigos les hubiera gustado despedirlo de otra forma, e Isaac sabe que también a él hubiera optado por otro tipo de experiencia para su último adiós. Todo ello sin apartar el sentimiento de dolor, sino gestionándolo de otra manera, desterrando esa costumbre tan latina de volver, una y otra vez, a refugiarse en la tristeza. Hacer caso omiso a la crítica de los demás, quitándonos de la cabeza la idea de que, cuanto más llores y menos te dejes ver, más vas a querer a esa persona.
«Nuestra generación vive la vida de forma diferente«, nos cuenta Isaac. «Existen estudios que confirman que el duelo se lleva mejor si el homenaje que se rinde al fallecido es el que él hubiera querido». No hay una intención de enmascarar la tristeza o de hacer una fiesta, sino de celebrar un encuentro diferente, con toda la carga emocional normal del ser humano ante la muerte. Al cambiar la despedida, «hay una sensación de autorreaización entre familiares y amigos, nos tranquiliza saber que le hemos dado la despedida que se merece». No se recuerda la muerte, sino se celebra la vida de esa persona, como ella hubiera querido.
En principio, Iteralix está pensado solo para homenajes, cuando el tiempo logra cerrar las heridas de familiares o amigos. Pueden ser meses o años después, pero realmente se puede plantear en cualquier momento, con o sin cenizas. Una de las líneas sobre las que van a trabajar el año que viene es el de organizar funerales, tal y como el fallecido haya dejado dicho o diseñado.
Fundadores: Valentina Bevilacqua, CMO; Isaac Lorigados, CEO y Santiago Pérez, CTO de Iteralix
¿Cómo calará esto en la España más tradicional?
«Hemos hecho un estudio de mercado importante» y, como era de esperar, la primera reacción ha sido la reticencia. Pero, los chicos de Iteralix creen que se debe más al desconocimiento de este producto que al hecho en sí. «Cuando la gente ve en qué consiste, empieza a comprender que puede ser necesario, incluso que puede hacerles bien».
Un ejemplo claro de este tipo de experiencias es la que hizo la presentadora Paz Padilla a su marido, que murió recientemente. Ambos conocían de hacía tiempo el triste desenlace y comenzaron en ese momento su duelo, cuando él falleció, la conocida humorista hizo un homenaje en la playa, para recordarlo. «Hubo gente que la criticó (algunos medios la calificaron de ‘chocante’) pero ella ya explicó en su momento que había trabajado en su duelo y que fue su marido el que le pidió que hiciera algo así».
Isaac y su equipo son conscientes de que su penetración en el mercado vendrá de sus prescriptores más jóvenes, que serán quienes se le comenten a los más mayores esta alternativa. Sin duda es un hándicap que no existan precedentes en España, pero también una oportunidad en un mercado prácticamente virgen en innovación.
Tipos de experiencias
El servicio se lanza hoy, 1 de noviembre, coincidiendo con el día de Todos los Santos y las experiencias que se han diseñado son estándares. Aunque tienen un ligero margen de personalización, Isaac nos han contado que de momento son experiencias cerradas, aunque con el tiempo se podrán personalizar. Ahora están paquetizadas en cuatro categorías:
Mar
En España, hay muchos amantes del mar. En Barcelona, por ejemplo, «tenemos un proveedor con el que hemos diseñado un viaje en barco para familiares y amigos del difunto«, los llevan a un punto de la costa y esparcen por allí las cenizas. El paseo va con un catering y unos músicos profesionales que tocarán la música que le gustaba al fallecido. Y esto se puede replicar en la totalidad de la costa española.
Green
Para la gente amante de la naturaleza, se puede rendir homenaje en un terrario donde esparcir (o no) las cenizas del difunto y plantar flores en su memoria. Todo ello con música en directo y catering único y personalizado. Se pueden escribir palabras de cariño para el fallecido que se quedarán en el terrario o se podrá llevar a casa.
Gourmet
Homenajes gastronómicos en bodegas. Freixenet es un ejemplo de proveedor de esta joven startup, donde se puede organizar un homenaje entre viñedos, visita guiada a la bodega con un violinista o un catering entre barricas, donde hablar del fallecido. También se puede poner un vídeo conmemorativo.
Urban
Experiencia en ciudades a precios icónicos: tablaos flamencos, museos, restaurantes o en planetarios, donde se pondría una representación del cielo el día que nació el fallecido. En Pamplona, donde está el planetario con la cúpula más grande de España se puede realizar esta experiencia, por ejemplo.
Con una horquilla de precios entre los 50 y los 4.000 euros, los fundadores de este negocio esperan tener 100 experiencias para este mes de diciembre y unas 30 contratadas. Aunque el objetivo, para dentro de un año, es llegar a las 1000 experiencias, ahora mismo tienen una meta más realista y, a la vez, difícil: la evangelización, convencer de que la muerte es algo natural, que requiere de un duelo pero que se puede gestionar de forma muy diferente.
Fotos: Iteralix
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