El timo del vishing: cuando el ladrón se hace pasar por tu banco o una empresa

Llaman vishing al último timo que han inventado los ciberdelincuentes mediante el que sujetos suplantan la personalidad de una empresa o banco con el fin de sustraer información bancaria. Por lo tanto, y por su menor habituación a internet y sus aplicaciones, las víctimas objetivas son los mayores. La ciberestafa ha hecho el agosto en pandemia, aprovechándose del aislamiento y, en algunos casos, la falta de información y la incertidumbre por la situación sanitaria.

Lo más comentando en redes sociales y denunciado por las organizaciones de consumo son las llamadas de quienes se hacen pasar por un empleado de tu banco, advirtiéndote de que has realizado un gasto extraordinario o que se han detectado movimientos inusuales en tu cuenta. Te piden entonces los datos de la misma para confirmar que todo está bien y es ahí donde no sólo te acaban de robar los datos, sino que, al momento, tu dinero ha sido sustraído. Ha volado.

La primera conclusión que extraemos es no dar nunca tus datos bancarios por teléfono a nadie. Debes llamar, antes que nada a tu oficina, pera corroborar que son ellos quienes han efectuado la llamada. Esto es lo que advierten los abogados de Le Morne Brabant, quienes, además, te instan a denunciarlo inmediatamente. No importa que la cantidad sea pequeña. Es muy relevante, explica Antonio Montenegro, que  se hayan hecho con tus datos, y que estos puedan ser utilizados para fines ilícitos.

Tienes también que ponerlo en conocimiento de la policía, que deriva el caso a su unidad de delitos cibernéticos. Es muy posible que tu denuncia ayude a identificar a los culpables, pues, como se sabe, este tipo de estafas suelen ser masivas y se realizan en un periodo concentrado de tiempo, con el fin, no sólo de conseguir más dinero, sino de evitar que se dé la voz de alarma.

¿Podré recuperar mi dinero en una estafa de vishing?

Sobre la posibilidad de recuperar el dinero, desde Le Morne se distinguen dos supuestos:

  1. Cuando la organización que comete el delito se encuentra en España, es relativamente fácil seguir el rastro de los responsables y, finalmente, se puede conseguir la compensación.
  2. Cuando la organización se encuentra fuera de España es mucho más difícil. Además, quien realiza este tipo de estafas suele ir moviendo el dinero de transferencia en transferencia y todo acaba en un paraíso fiscal, lo que complica mucho obtener de los responsables de la estafa una compensación.

En cuanto al contrato que firmamos con el banco, no es tan relevante buscar en el mismo la letra pequeña relativa a estos fraudes, explica Antonio Montenegro, sino saber que existe una normativa que te protege, como por ejemplo, la Ley de Servicios de Pago.

En dicha Ley se establece que el cliente tiene que autorizar de forma expresa y consciente la orden de pago, ya sea ordenándola él mismo, ya sea autorizando de forma expresa y consciente a un tercero para que la ordene en su nombre. Si lo hace engañado, su consentimiento está viciado, y siempre podremos reclamar.

El banco no es el único sujeto jurídico suplantado en este tipo de robos virtuales. También lo son las eléctricas, los canales de telefonía móvil y otras compañías de servicios relevantes para nuestra vida diaria. Los timadores se han colado en las casas a través del WhatsApp, de Messenger, del correo electrónico o de otras aplicaciones.

Compras on line, no tan rápido, por favor

  • Asimismo, la red es también peligrosa para las compras on line, una modalidad de consumo implementada también por el distanciamiento social impuesto por la covid19. Desde Le Morne Brabant abogados nos ayudan a evitar el fraude, poniendo atención en los siguientes aspectos:

    Cualquier oferta, al igual que sucede con la compra física en el establecimiento,  nunca debe afectar a los derechos de los consumidores, ni a la calidad de los productos ni a las mejores condiciones de garantía del producto.

    Al poder aplicarse las ofertas a todo tipo de productos, será necesario que ,si fueron adquiridos al haber visto publicidad o propaganda en papel, televisión, redes sociales, mensajes de texto, emails o cualquier otro formato de difusión, guardemos soporte físico de la publicidad en caso de reclamación. En el caso de las compras on line, se pueden realizar hacer capturas de pantalla con indicación de hora y día para poder acreditar el precio del producto que se quiere adquirir; bien  imprimir la información comercial e incluso hacer fotografías.

    Antes de realizar la adquisición por internet, se debe comprobar que la información sobre la política de pago, cambios y devoluciones del establecimiento esté a disposición del cliente. La empresa en su página web tiene que indicarnos claramente una dirección física y/o una dirección de correo electrónico o tener en su web un formulario para reclamaciones y quejas.

  • Una vez realizado el abono on line del regalo, conviene hacer el seguimiento de lo que hemos comprado, para saber dónde está y cuándo tiene que llegar, por si se retrasa o se pierde, poder reclamar enseguida
  • Es importante saber que los cambios y devoluciones de las compras en internet se hacen en el plazo máximo de catorce días naturales.
  • Es siempre más conveniente reclamar por escrito, pues así queda constancia y tendremos un justificante de la fecha y la hora, así como el lugar y la forma en la que hemos presentado la reclamación.
  • La forma de devolución tiene que ser cómoda y fácil para que efectivamente se pueda restituir el producto, y así recuperar el dinero pagado, que será devuelto, preferiblemente del mismo modo en el que se realizó el pago.
  • Una vez realizada la reclamación, nos tiene que contestar en unos plazos cortos y por escrito en la dirección que hayamos indicado que esperamos la respuesta.
  • Si no nos hacen caso y se trata de una empresa con un domicilio en España, se puede acudir a la oficina de consumo que corresponda al lugar donde vivimos, a las juntas arbitrales de consumo, a la dirección general de consumo de nuestra comunidad autónoma y a un abogado especialista en reclamaciones de consumo.

El despacho de abogados nos advierte  que no siempre los métodos de pago son seguros, por lo que existe la posibilidad de quedarse sin el producto comprado y sin el dinero abonado, además de ser víctimas de robo fraude , suplantación de identidad y utilización fraudulenta de nuestros datos personales y bancarios. Por este motivo es importante no comprar desde sitios con wifi pública y hacerlo desde las que comienzan por https://, porque esa “s” es la que nos indica que es una web segura.

No obstante, explica Montenegro,  si el cliente cumple con la normativa de seguridad y no comete ninguna imprudencia grave, las entidades, que disponen de seguros para cubrir estos casos, no suelen poner problemas a la devolución y si lo hacen, las sentencias acaban dando al perjudicado la razón. También en este caso es  más difícil recuperar el dinero cuando se compre en empresas fuera de nuestro país.

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