Cómo abordar la ciberseguridad en un pequeño negocio
Si bien es cierto que la digitalización está trayendo innumerables beneficios a los negocios, también está poniendo sobre la mesa muchos desafíos aparejados, sobre todo para los más pequeños. Y uno de los retos más acuciantes es el riesgo de seguridad que supone lanzarse al universo online sin una estrategia de protección adecuada. Y nos referimos, sobre todo, a pymes que pensaban que esto de la ciberseguridad no iba con ellos, hasta que han tenido que apostar por lo digital para mantener o potenciar su negocio.
A diferencia de las grandes empresas, que cuentan con presupuesto y personal dedicado exclusivamente a la ciberseguridad, los pequeños empresarios no cuentan con el músculo financiero necesario para protegerse, a este nivel. Por otra parte, hay que recordar que los «malos» no seleccionan a sus «víctimas» por el tamaño de su plantilla sino que cada vez lanzan ataques más dirigidos a los más vulnerables, para poder hacer el mayor daño con el mínimo esfuerzo.
Entonces, ¿qué pueden hacer estos pequeños empresarios para digitalizar con garantías, pero que no puedan pagar a un equipo de seguridad? La solución puede pasar por formarse para alcanzar, ellos mismos, un mínimo de competencias de protección online. Entre los ataques cibernéticos más recurrentes a los negocios están el randsomware, los de denegación de servicio (Ddos) o el robo de datos de clientes.
¿Cómo funcionan los sistemas de seguridad para pymes y autónomos?
A menudo, los empresarios conciben la ciberseguridad en términos negativos, como violación de datos, multas regulatorias e interrupciones del negocio y rara vez se fijan en las ventajas. Una estrategia de ciberseguridad efectiva hace que las empresas innoven, impulsen sus ingresos, ganancias y, como consecuencia de esto, crezcan. Además, existen sistemas de seguridad adaptados a las necesidades de pymes y autónomos, pero ¿cómo se estructuran?
1- Evaluación de riesgos
Al igual que el empresario sabe cómo va su negocio en términos económicos, ha de estar al tanto de los riesgos a los que se puede enfrentar si ya está online o planea estarlo. Realizar una evaluación del riesgo cibernético le ayudará a saber qué áreas necesita proteger y dónde puede ser más vulnerable. Se puede empezar auditando los datos y la información más valiosa, luego ver cómo se almacena, quién tiene acceso a ellos y cómo protegerlo.
2. Instalar sistemas que protejan la red empresarial y los equipos de los empleados
Utilizar firewalls, software anti malware y antivirus es imprescindible hoy en día, para ello hay que conocer las ventajas y beneficios de cada uno de ellos. No todos sirven para lo mismo y el mercado ofrece multitud de marcas que deberían ser analizadas a la hora de elegir. Estos son algunos de los aspectos básicos que hay que tener en cuenta:
- Scrips, gadgets de los empleados y dispositivos: mantenerlos actualizados con un software de seguridad.
- Recursos dedicados: se aseguran mediante firewall configurados.
- Servicios SaaS: seguridad as a service, es decir, se paga por lo que se consume y no hay que invertir en hardware.
- Trabajo en remoto: con soluciones como las redes privadas virtuales (VPN) se asegura el teletrabajo del equipo.
- Fomentar el uso de aplicaciones cloud.
- Instalar una solución de recuperación de desastres frente a posibles ataques DDoS (denegación del servicio).
- Instalar controles de acceso para que los empleados solo tengan acceso a la información que necesitan.
- Crear una página estática para mantener informados a los clientes si el servicio se desconecta en mitad de una compra.
3 – Comunicación y formación
La tecnología adecuada es importante, pero ponerse al día en cuanto a la seguridad de los procesos y formar al personal, quizás lo sean más. Sin embargo, es un aspecto que se suele pasar por alto. La comunicación de la estrategia de ciberseguridad ha de comenzar con una descripción de los procesos y procedimientos clave, con lo que el personal debe y no debe hacer y las posibles repercusiones si no se siguen estas reglas. De esta manera, el pequeño empresario no tiene que gastar tanto tiempo en esta tarea, ya que cada uno va a responsabilizarse de lo que haga.
Otros puntos que deberían aclararse en esta comunicación son:
- Cómo manejar la información sensible.
- Consejos para crear buenas contraseñas.
- Política de actuación de seguridad en el teletrabajo y con los dispositivos de empresa.
- Estar atento, informar y responder a cualquier problema de seguridad
- Controles obligatorios de los proveedores para garantizar que también cumplen con un mínimo de seguridad
- Actualizar periódicamente la política cibernética y formar al personal.
En resumidas cuentas, para abordar la ciberseguridad de pymes y autónomos no solo es necesario contar con herramientas adecuadas, sino que la formación ocupa un lugar muy relevante. Existen cursos, como el Máster en Ciberseguridad de INESEM para aprender estándares, protocolos, herramientas y legislación de seguridad de sistemas que podrás aplicar a tu negocio y protegerlo, sin necesidad de mantener un equipo de especialistas en el área.
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